sábado, 5 de diciembre de 2009

Fina de año IV

Las líneas estas no forman parte del conjunto de textos titulados “Fin de año” pero he decidido que salga lo que salga tendrá el mismo encabezado que los anteriores.
En un principio uno supone al escribir cual puede ser el contenido o el resultado final de esto, mas en muchas ocasiones no termina siendo lo que realmente creíamos que íbamos a decir.
Lo primero que asoma medio tímidamente es la idea, el Qué quiero contar o trasmitir. En un segundo lugar el Cómo, directamente o camuflado y así ser más indirecto (ojo indirecto a la hora de escribir no en la idea o el sentir). Como un gran y último paso se “concreta” con la escritura, aunque este tipo de escritura no tienen un sierre definido hasta un cierto punto final. Punto final que nunca es el de la lapicera.
Toda esta introducción porque siento que quiero escribir ese final, sierre que intento desde hace ya bastante tiempo no solo en diciembre cuando muchas de las cosas comienzan a tener una bajada de telón, si bien es verdad que esta época es propicia para esto. Hoy pudo ser un muy buen día para escribir lo que estoy buscando pero no, algo detuvo esa lapicera mental (vale aclarar que “hoy” no es la fecha que dice la publicación, es algunos días antes).
Tal vez sea el día o el momento histórico pero hoy no es bueno para escribir y menos aún una conclusión.
Busco en letras, músicas, frases y fragmentos de textos leídos, en experiencias vividas, recuerdos y anécdotas pero no encuentro. Aparecen muchas imágenes o “sensaciones” a la hora de escuchar, ver o recordar, pero ninguna ilustra lo que hace falta. En fin…
Dejemos al frío actuar con tranquilidad.

La historia que hasta hace unos momentos esperaba en el escritorio, ahora espera paciente en el cajón de la habitación su punto final.

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