jueves, 19 de agosto de 2010

Es habitual en mi tener ganas de escribir, en la cabeza una o varias ideas girando, pero no poder dejarlo explicito en la hoja de papel.
Nos sentimos raros cada vez que algo se termina, por más pequeño o insignificante que sea y a pesar de no ser este el motivo central de la escritura es un buen inicio ya que no sé muy bien para donde arrancar. Por otro lado hoy leía un pequeño texto publicado en un blog que suelo visitar cada tanto donde entre otras cosas hacía mención al inicio de un nuevo cuatrimestre y lo difícil que es acostumbrarse a la nueva rutina universitaria.
En términos de lo político ha sido esta una semana algo movida y confusa para much@s, pero no hizo falta mucho tiempo para darnos cuenta que no nos habíamos vuelto loc@s y que es más la pantomima mediática que ya no puede ocultar la existencia de un verdadero movimiento de izquierda que va a formar parte de la disputa electoral en 2011 y que cada día crece más y más. Pero para que este crecimiento no se detenga y sigamos avanzando a pasos agigantados necesitamos del apoyo de moch@s que crean que una nueva patria es posible, una Patria Grande como soñamos alguna vez.

Que salpicón de ideas y comentarios terminó siendo este texto, sigue dando vuelta en mi cabeza muchas ideas imposibles de transcribir, pero creo que hoy lo importante para tener en cuenta es esta última idea, los dejo pensando y espero que el día de mañana seamos much@s más l@s que estemos luchando por esta patria.

jueves, 5 de agosto de 2010

Hay que luchar incesantemente contra las cosas mal hechas

La Revolución es obra de todo el pueblo. Si la Revolución tiene defectos, es como el hijo que tiene defectos también. Nosotros queremos que la Revolución sea perfecta, pero una cosa es las críticas que le hacemos los revolucionarios, y otra es las que le hacen los enemigos. A los enemigos no se las aceptamos. Las críticas tienen que ser de los revolucionarios para superarlas, porque los contrarrevolucionarios critican para destruir, y los revolucionarios critican para superar, para resolver.

...la crítica no solamente hay que hacerla en los centros de trabajo, en las organizaciones, en el sindicato, ¡en las organizaciones!, sino que los periódicos revolucionarios también deben criticar. Y ningún administrador debe ponerse bravo porque lo critiquen; él tiene derecho de replicar, aclarar cualquier cosa, explicar cualquier problema. Esas son las críticas que se hacen en los órganos de la Revolución, que hacen los revolucionarios entre revolucionarios... Un revolucionario, un hombre de pueblo, un trabajador, un campesino, nunca se debe dejar desmoralizar por un contrarrevolucionario, por una mentira, por una intriga; nunca debe quedarse callado la boca frente a un contrarrevolucionario; porque esos son iguales que los que en la guerra, cuando hay peligro, abandonan la posición y huyen, tratando de que huyan los demás.

Y hay que tener fe en la Revolución, tener fe en el pueblo, tener fe en las masas; saber que con todas las dificultades, con todos los inconvenientes, y a pesar de las cosas que pueda haber mal hechas, no tenemos tregua contra ellas, hay que luchar incesantemente contra ellas.

Fidel, 26 de Julio de 1962