A tan sólo un par de minutos de finalizar el día me encuentro frente a una hoja en blanco que me propongo llenar con algo que intentaré sea una pequeña reflexión.
Fue imposible no pensar desde la mañana en lo que significa una fecha como la que hoy conmemora no sólo el pueblo chileno, sino todo el pueblo latinoamericano. A cuarenta años del golpe de estado al presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, que rompió con 140 años de funcionamiento ininterrumpido del congreso de su país no puedo dejar de repetir aquello que año tras año dejo impreso en algún papel.
El gobierno de la Unidad Popular, su programa político y la intención de Salvador Allende de llegar al socialismo respetando la constitución y la tradición democrática de su país son y siguen siendo un ejemplo para todos los países del continente latinoamericano.
Muchas veces intenté responderme al interrogante de que significa para mi, un joven argentino, Allende y su legado. Quizás, y por suerte, no sea el mismo el que dejó impreso en un joven de su país que siente, vive y camina la realidad de su lugar a diario. Desde lejos y habiendo conocido a este personaje a través de libros y material audiovisual producido por quienes han sido perseguidos por la dictadura golpista no puedo dejar de pensar en el símbolo en el que se ha convertido este hombre a lo largo de los años, que junto a Ernesto Guevara forma parte de aquellas personas que jóvenes como yo tenemos como faro o ejemplo cotidiano.
Gracias Salvador por tu legado, mientras el latinoamericanismo lata, por lo menos en uno de nosotros, tus ideas perduraran.
"Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor."
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