domingo, 28 de febrero de 2010

27-02-2010

He pasado días, varios días sin escribir un solo renglón.
Pero es hoy, casi indispensable la aparición misteriosa de esta compañía, la compañía de las palabras, por que es en esos momentos donde uno se da cuenta lo mucho que han cambiado algunas cosas.

Hoy estuve presente en los festejos por el cumpleaños del “Pocho” y mientras iban pasando las diferentes murgas mi cabeza funcionaba y muchas ideas, imágenes y utopías se cruzaban ante mí queriendo hacerme saber que en muchas ocasiones no todo es tan malo y que hay que seguir por más duro que nos parezca el camino (y cada vez más duro se nos está poniendo). Creo que eso es lo que el “Pocho” quiso enseñarle a la gente y lo que much@s de nosotr@s hoy queremos trasmitir y reproducir, quizás me formas distintas pero en algún punto tod@s llegaremos a lo mismo.
Las luchas que hasta hace muy poco parecían casi en vano hoy debemos rescatarlas y llevarlas adelante junto a nuestras ideas y convicciones, solo así veremos y viviremos nuestra victoria, la individual y la de tod@s.
Pero es cuando volvía para mi casa que me di cuenta cuales eran esas cosas que creo no poder reconstruir. Ya no hablo de esos sentimientos colectivos que más temprano que tarde veremos triunfar, estos son algo más complejos y delicados, por ello, es en este momento más que en ningún otro cuando la frustración está al alcance de la mano, cuando nosotros no podemos concretar o reafirmarnos a nosotros mismos.

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