martes, 22 de septiembre de 2009

Días como hoy donde las temperaturas se asemejan a las de un pleno inviernos, donde las nubes grises cubren el cielo haciendo de este truenos y relámpagos, donde las lluvias y lloviznas invaden de a ratos no solo nos llaman a quedarnos en nuestras casas tapados con una frazada viendo una buena película de un cine de quizás unos veinte o treinta años. También suelen llamar a la reflexión (o pensamiento profundo), a la escritura, tanto de un texto literario como de un guión cinematográfico.
En mi caso elegí la opción de hacer mi vida normalmente pero escribiendo esta reflexión al final de él.
Más que una “reflexión” es un simple texto como muchos otros que dicen ser cosas que no lo terminan siendo (muchos en mi caso), un escrito que solo hace mención a uno o dos puntos que son quienes dispararon el inicio de esta escritura.

Este texto no solo se compone de las ideas de días de lluvia (que en muchas ocasiones son las mejores), sino también de una “gran enciclopedia” con la que cargamos. Ideas muchas veces comunes, sin mucho para decir, pero otras muy buenas, innovadoras en algunos casos, que se mezclan con un componente de recuerdos pasados que le dan ese toque de color a las cosas, el recuerdo de lo vivido en su justa medida es fundamental. El problema se presenta cuando este aparece en mayor cantidad de la que deberia…

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