La sensación es como si yo fuece un mero espectador de la vida y de las que cosas que suceden, pero sobre todo de las cosas que me suceden.

Estos días han sido de retroceder y rever pequeñas pero significativas escenas que necesariamente tengo que haber vivido yo, sino acciones que recuerdo y imagino que ayudan de algún modo a reactivar.

Al repasar el devenir de los últimos dos, casi tres días me doy cuenta que mucho de lo que recuerdo no lo viví, es decir, estuve en el moemnto y lugar del recuerdo pero sin casi ninguna influencia. Volvemos al espectador pasivo...