lunes, 2 de febrero de 2015

1 de febrero (Rafaela)

Rafaela. Sobre mi un cielo que apenas trae unas pequeñas nubes que, poco a poco, se arman y desarman con la tenue brisa de la mañana. Dos o tres cantos de pájaros, algún que otro motor a lo lejos y el rosa de las hojas al amacarse de un lado hacia otro.
Son pocos los momentos del día que, como en la mañana, nos dan estos minutos para contemplar e intentar transmitir lo que nuestros ojos ven y lo que nuestro cuerpo está si sintiendo en el preciso instante en el que trasladamos al papel estas ideas. Aunque es cierto, y hay que decirlo, las ideas o pensamientos de este tiempo (el presente) están necesariamente ligadas a las de otro tiempo, el pasado. Este puede estar más o menos alejado del momento diegetico, pero entre ambos existe un diálogo permanente para poder construir el siguiente momento, y el otro, y el otro, así sucesivamente.
Las conversaciones de ayer vuelven hoy en forma de recuerdo, ese recuerdo tan cercano que aún no ah dejado, de algún modo, de ser presente, y espera al final de este día para convertirse, ahí si, en un espacio más reservado en nuestra memoria. Vuelvo sobre ellas, así como sobre otras que, no hace mucho, comenzaron a darse. Me pregunto (recurso algo frecuente en mí) ¿cómo fue que el hoy terminó siendo el hoy? Volvemos a lo mismo, a eso que algunos han decidido en llamar conocimiento enciclopédico, que aunque no sea exactamente, en este caso ese es su significado. La acumulación del pasado y lo que en él espera hacen este tiempo presente. Para muchos el espacio temporal más frágil de todos. No, o si, pero en definitiva es donde construimos, donde nos hacemos a nosotros mismos.
Muchos nos hemos hecho esta pregunta en el último tiempo, y entre muchos también, intentamos responderla, algo conseguimos. Cada tanto revisamos esos momentos, aquí estamos junto a ellos y los nuevos. Reímos.
¿Se puede hablar de fin de ciclo? Tal vez si, depende el día y los lentes con que se lo mire. Esa pregunta muchas veces (nos) puede asustar, pero con que sentido, si más que el fin es el comienzo de algo, que por cierto se dio junto al reencuentro o encuentro traducido en ampliación (no solo en números). Ese "algo" aún se está dando y permanece construyendo el presente y pensando (juntos) el futuro...

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