sábado, 20 de agosto de 2011

En pocos meses se cumplirán veinte años de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Uno de los hechos que precipitó este acontecimiento fue el intento de golpe de estado, del sector más ortodoxo del Partido Comunista ruso, del que se cumplió esta semana un nuevo aniversario.
Paradójicamente en la misma semana donde se cumple este aniversario también se cumplen cincuenta años de la construcción del muro de Berlín, símbolo de la Guerra Fría y de la división del mundo en Oriente y Occidente.
Entre estos años, desde una isla pequeña del caribe, un señor con barba y mal visto por los estadounidenses nos decía con voz fuerte ¿Qué ocurriría en el mundo si la comunidad socialista desapareciera? Se repartirían el petróleo y los recursos naturales y los recursos humanos de miles de millones de personas en el mundo. Convertirían de nuevos en colonia a las tres cuartas partes de la humanidad. Y más adelante se preguntada también ¿Por qué las llamadas reformas tienen que marchar en un sentido capitalista?.
Con esto no quiero que parezca que pretendo que se vuelva a aquello tal y como estaba, sino ver como devino el mundo luego. Al mismo tiempo que en la URSS pedían de forma exaltada un cambio y reformas que culminen en el modelo capitalista, en Argentina, Latinoamérica y gran parte del mundo se consolidaba un modelo neoliberal de dependencia y saqueo de los Estados con un incremento de la pobreza y de la desocupación, con la anulación casi total de las industrias nacionales y los recursos estatales que años más tarde derivaron en una crisis mundial que, dicen, es peor que la del ´29. Que cosa no, mientras algunas personas de un país pretendían volver más de ochenta años en el tiempo otras miraban con asombro los ochenta años de historia de este país.
Hoy ya no existen más dos modelos sociales, políticos y económicos, el liberalismo capitalista se impuso por sobre el socialismo y ahora son solo algunos países perdidos los que tienen o intentan tener otro modelo de país con sociedades más justas y tolerantes donde el mercado no sea la principal causa de nuestras vidas.
Hoy el socialismo tiene otras formas, donde los sistemas democráticos no son un obstáculo para el modelo socialista sino que forman parte de ellos y en algunos casos han logrado llegar al gobierno para iniciar una trasformación social dentro de las democracias, este es el caso de países Americanos como Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros. El mundo entero cambió mucho en poco tiempo, analistas, políticos y sociólogos dijeron durante mucho tiempo (y muchxs lo sostienen aún) que las grandes ideologías se habían terminado, que ya no existían. Pero no es así, mientras existan en el mundo personas y grupos de personas que quieran cambiar la sociedad en la que viven por una con igualdad, justicia donde lo importante no sea la lógica de “sálvese quien pueda” sino el colectivo, mientras estas personas crean en que eso es posible esa gran ideología de la que hoy se desprenden muchas va a estar hay alerta y preparada a dar alguna respuesta cuando se la necesite.

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