5 de enero

Con los ojos cansados y el sol de frente miro por la ventana, al principio todo resulta extraño, yo era un verdadero extranjero. Ya nada es como lo que yo dejé aquella vez.
Cuando comencé a caminar y a medida que avanzaba los lugares, las cosas me daban la pauta de que los recuerdos no solo están en mi cabeza, sino que todavía se conserva parte de ellos en este sitio.
La caminata fue como una rara maquina del tiempo, un ir y venir a un pasado cercano me hicieron recordar algunos de los tantos recuerdos que guardo en mi cabeza.

Escuchando “Dime quien me lo robó” de Sui Generis termino estas pocas líneas y me digo a mi mismo: “Una larga semana de reflexión y buenos pensamientos me espera alegre.”