domingo, 14 de diciembre de 2014

Fin de año

Llegando al final de este 2014 surgen las palabras, la memoria se activa y comienza su trabajo rápido pero minucioso de repasar los días que pasaron. Un año que se va lento, pero que ha transcurrido a ritmo intenso. Al girar la cabeza veo lo mucho que pasó en este tiempo y me pregunto ¿cuando?, muchas veces no nos da tiempo a pensar, nos obligamos a seguir sin detenernos a hace ese trabajo que muchas veces en necesario. Será por eso que en esta fecha, año a año, sucede este proceso de "reflexión". A decir verdad esta vez se inició tempranamente a fines del mes pasado. 
Este año, al igual que el 2013, podría titularlo o catalogarlo como "extraño, fuera de lo común", pero que es lo "común", acaso algo que se repite no deja de ser "extraño" y pasa a formar parte de la cotidianidad. Tal vez eso que hace un año tenía ese título deje de ser tal cosa para pasar a ser "lo normal" de aquí en adelante.
En el recorrido me tal de los meses que pasaron no puedo dejar de rescatar y resaltar algunas cosas que cuando pensaba el año en sus comienzos no estaban del todo claras, pero que de alguna manera tomaron forma con el devenir de los meses. Lo mismo podría decir del final de este 2014, donde lo que hace tan solo unos pocos meses o unos cuantos días parecía muy claro, decisiones y conceptos inamovibles, hoy son puestos en duda. Proponen barajar y dar de nuevo, avanzar en aquello que no se ha modificado, que aún permanece. 
Hace unos pocos minutos escuché a una gran cantante argentina decir que el pasado, todo aquello que pasó, nos está esperando. Unos días atrás un director de cine de nuestro continente, en una entrevista, también defendía esta idea del tiempo circular, donde el futuro no siempre está adelante, puede estar atrás.
Sin ánimos melancólicos quisiera terminar estas líneas con esa idea, pensando en lo que pasó.

"Parece que no hubo nada
que se mira sin mirarlo.
Todo es malezal confuso,
pero mi huella está abajo."