365 días

Un día como hoy hace un año dejaba la EICTV, junto a ella quedaban las anegdotas, los documentales y la experiencia de haber estado en uno de los lugares más increíbles que he conocido (suena exagerado, pero así es).
Se hace difícil entender lo importante que pueden llegar a ser tan solo un puñado de días en nuestras vidas, lo mucho o poco que pueden cambiarnos. La razón indica que debemos seguir, pensar aquello como algo que paso, ahora la realidad es otra.
Los recuerdos no se borran, la memoria los inmortaliza y permanecen. Están ahí más vivos que nunca, algunos se transforman y regresan, esta vez en su expresión más presente.
La lluvia tiene un significado, eso es innegable, ese día algo quería decirnos y nos acompañó una parte del camino, como para estar segura que no olvidaríamos.
Ese saludo no tenía olor a despedida, sabíamos, y sabemos, que no fue así. Lo que sigue es otra experiencia que nos ayudó a empezar a entender esos días.
Hoy vemos ese resultado, al menos una parte de él. Quizás la más importante, esa que no tiene una relación directa con el conocimiento, o si, pero no el llamado "académico", sino aquel que sucedía fuera del aula de clase.
El tiempo explica muchas cosas y le da la razón a muchas otras. Quien hubiese creído que en esos días con quince personas, en un principio desconocidas, se pudiera dar aquellos. Más aún, que hoy dos de nosotros podamos recordarlo juntos, así como hace unos meses pudimos hacerlos con otros a los que esta historia les cambió la vida más allá de lo imaginado.
La pregunta siempre es la misma, sin respuesta claro. Tal vez estos días que siguen ayuden en ese camino.
     

Día nublado, la humedad se siente en el aire al caminar. Tal vez llueva por momentos, no lo sé, los meteorólogos nunca son muy precisos.
Encuentros, recuerdos, anegdotas y algunas risas se mezclan con el fútbol en el televisor que transmitía EE.UU. - Portugal, poco importaba ese acontecimiento, salvo viendo la pelota ingresaba en el arco yanki a los '94 del juego.
Día raro aquel, la cotidianidad de los domingos fusionada con algo que podemos llamar "fuera de lo común" (por ponerle un nombre).
Hoy toca la cotidianidad de algo, que por mas poco frecuente que sea, ya se ah vuelto rutinario. Pero a esta rutina iniciada hace unos cuantos días se suma aquello.
Demasiado cruzadas las palabras ¿no?. Para eso está el papel, y no cualquier papel. Este en particular.
¿Habrá más de este extraño juego de palabras en los próximos días? Creo que si    

Es imposible no caer en lo reiterativo, redundante y por momentos algo agotador.
¿Qué pasa cuando lo que se supone debe ser entretenido, llevadero y, si se quiere, placentero, no lo es? O por lo menos no por ahora.
Por momentos hay que salir corriendo, son pocos los momentos que retienen esa intención.